La reciente polémica en torno a Franco Escamilla y su hija, Azul, surgió tras la celebración de los XV años de la joven. La controversia comenzó cuando el comediante publicó fotos y videos de la fiesta, lo que llevó a los usuarios de redes sociales a recordar chistes antiguos que Escamilla había hecho sobre personas con sobrepeso, algunos de ellos específicamente sobre chicas en sus fiestas de quince años. Estos comentarios provocaron una ola de críticas y burlas hacia Azul, lo que escaló hasta el punto en que la joven fue hospitalizada, aunque la familia no detalló el motivo exacto de su hospitalización.
Franco Escamilla se mostró molesto por los ataques hacia su hija y agradeció el apoyo recibido tras su hospitalización, destacando que ya se encontraba en casa recuperándose. Por su parte, Gabriela Salazar, esposa de Escamilla, también reaccionó, criticando a quienes se burlaron de su hija y acusando de hipocresía a ciertos grupos feministas por no mostrar solidaridad con la adolescente, lo que intensificó el debate en redes sociales sobre los límites del "humor negro" y sus consecuencias personales.
Este incidente ha reabierto el debate sobre los chistes polémicos de Escamilla y cómo afectan a su familia, especialmente cuando el humor que solía ser su herramienta se vuelve en su contra.
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